¿Promocionamos correctamente la lactancia materna?

Cuando se promociona la lactancia materna, hay una clara tendencia a idealizarla, a exponer lo maravillosa, completa y fantástica que es,  a hacer hincapié tanto en la salud del bebé como en la de la madre, a enfatizar el vínculo afectivo que crea.

¿Es ese el mensaje que se debe dar?

 

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En mi opinión, y sólo es mi opinión, está muy bien (y es muy necesario) que se promocione, pero no me gusta que se venda.

Vender implica marketing, ensalzar virtudes, esconder defectos, idealizar e incluso ridiculizar (o culpabilizar) a quien no usa ese producto.

Si consideramos que la LM es lo natural, no hay que venderla, igual que no se venden las virtudes de comer pan o de respirar aire limpio.
Cuando argumentas a favor, das pie a argumentos en contra, a justificaciones, a discusiones. Y me parece que no se debería ir por ese camino.
Una cosa es informar, dar formación, promocionar dando luz y visibilidad, facilitar acceso…. y otra vender.
Dar visibilidad a la LM es necesario, dar información veraz y comprensible es básico, facilitar ayuda es crucial. Pero vender no.

Otro tema importante es la imagen que se da cuando se habla, se informa o se vende la LM. Madres guapisimas, peinadas, maquilladas (aunque sea un maquillaje natural), bien vestidas con la ropa planchada y calzando tacones, en una casa limpia y recogida, felices y sonrientes con su bebé rollizo (al cual a veces cogen fatal: mano en el culo, cabeza apoyada en el codo, cuerpo girado….). Eso no es real en la mayoría de los casos, crea muy falsas expectativas, grandes frustraciones y sentimiento de haber sido engañada. “La lactancia es un timo”. ¡Pues digamos la verdad, que es muy humana y muy bonita!.
La lactancia se aprende (para la madre, al menos) y no es un camino de rosas, hay tropiezos, como en todo lo que hagamos en esta vida. Y esos tropiezos son solucionables la gran mayoría de las veces. La lactancia da momentos maravillosos (esa mirada de enamorado del bebé) y momentos duros, pero con información y apoyo se superan o se llevan bien.

La alimentación de la madre lactante

A menudo oímos amenazas sobre qué debemos o que no debemos comer mientras damos el pecho.

Las prohibiciones van desde refrescos que pasan el gas al bebé (¡alucinante!), a espárragos que ponen mala la leche.

Hay quién afirma que sí hay alimentos que alteran levemente el sabor de la leche, pero en cualquier caso eso no sería nada negativo, al contrario: los niños que han tomado leche materna (y la madre ha tenido una dieta variada) se adaptan mucho mejor a la alimentación complementaria porque reconocen los sabores.

En cuanto a lo que sí debemos comer, los mitos (¿cultura popular?) acerca de alimentos que aumentan la producción de leche son de lo más variado. Pero ninguno de ellos, absolutamente ninguno, tiene una evidencia científica que lo respalde.

¿Qué comen las vacas? pues su alimento natural, den leche o no la den. No toman levadura de cerveza ni infusiones de anís. Tampoco beben leche.  Seguro que si hubiera algún alimento galactogogo, a los ganaderos les faltaría el tiempo para dárselo a sus vacas.

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Las modificaciones en la composición de la leche materna son extremadamente leves según la ingesta materna y estas modificaciones no menoscaban su calidad. La producción de la leche es prioridad absoluta para la naturaleza (supervivencia de la especie), y mantendrá esta calidad a costa de la salud de la madre si es necesario; es decir, que si la alimentación de la madre es muy muy muy, pero que muy mala, se tirará de las reservas de ésta para mantener la calidad. Por ejemplo, si la dieta de la madre es pobre en hierro, no será la leche la que pierda el hierro, sino que para su producción, se utilizará el de la madre.

Casi se podría decir que la calidad de la leche materna se mantiene más allá de la alimentación de la madre. (Sólo pongo el “casi” porque hay casos de desnutrición extrema en los que sí se ve afectada. En estos casos no se contraindica la lactancia materna, sino que se nutre a la madre).

Por tanto, ¿qué debe comer una mujer que dé el pecho? pues no es necesaria ninguna dieta especial. Basta con comer saludablemente, y no menos de 1.800 calorías/día.

 

Hay un artículo especial del comité de lactancia materna de la AEP al respecto. Un resumen de este artículo sería:

Las variaciones de la dieta de la madre pueden cambiar el perfil de los ácidos grasos y algunos micronutrientes, pero no se relacionan con la cantidad de leche ni con su calidad. La leche de toda madre, a pesar de que ésta presente una malnutrición, posee un excelente valor nutricional e inmunológico, y se producirá en cantidad y calidad adecuadas.
El cuerpo de la madre siempre prioriza las necesidades del bebé y, por ello, la mayoría de los nutrientes se siguen excretando en la leche en un nivel adecuado y estable, a expensas de los depósitos maternos.
Existe evidencia de que la composición de la leche se modifica a lo largo del tiempo según las necesidades cambiantes del niño.
Las mujeres que no obtienen suficientes nutrientes a través de su alimentación pueden estar en riesgo de deficiencia de algunos minerales y vitaminas. Estas deficiencias se pueden evitar si la madre mejora su dieta o toma suplementos nutricionales.”

http://www.analesdepediatria.org/es/la-importancia-nutricion-materna-durante/avance/S1695403315003057/

Si queréis bibliografía, os recomiendo “Mamá come sano”, de Julio Basulto.

Aceites para la piel del bebé

Un estudio reciente de la Universitat de Manchester concluye que el uso de aceite de girasol o de oliva en la piel de los bebés puede dañar las defensas naturales.

Si bien la piel resulta hidratada, se retrasa el desarrollo de la barrera defensiva que impide la pérdida de agua y bloquea los alérgenos e infecciones.

 

Olive oil“Si la función de barrera de la piel fuera pared con ladrillos (células),  las láminas de lípidos serían la argamasa que la mantiene unida. Si no está lo suficientemente desarrollada, aparecen grietas que deja pasar a través suyo el agua y cuerpos extraños.

El aceiten impide que este mortero se desarrolle rápidamente y esto podría estar relacionado con el desarrollo de condiciones tales como eczema.”

 

Los cambios en el cuidado de la piel del bebé están vinculadas a un aumento dramático en el eczema en los últimos decenios: desde el 5% en niños de  2-15 años en la década de 1940, a alrededor del 30 % en la actualidad.

A falta de investigar con otros tipos de aceite y de estudiar vínculos de éstos con el eczema,  las recomendaciones actuales deben ser evitar el uso de estos dos aceites en la piel del recién nacido.

http://www.news-medical.net/news/20151214/Using-sunflower-or-olive-oil-on-babies-skin-can-damage-natural-defences.aspx

 

¿Ayuda social, seguro?

El Ayuntamiento de Madrid ha publicado que, en los presupuestos de 2016, destinará 107.000€ a “leche maternizada para familias en situación de vulnerabilidad”
https://diario.madrid.es/blog/2015/12/03/leche-maternizada-para-poblacion-en-situacion-de-vulnerabilidad/

42801527Esta actuación incumple el Código de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna incluso en el título (no se le puede llamar maternizada).
Además, también incumple las recomendaciones de la OMS , a las que se suma la Asociación Española de Pediatría, de no suministrar sucedáneos de leche cuando existe riesgo de desnutrición infantil, sino proteger y promocionar la lactancia materna y mejorar la nutrición de las madres.

http://www.who.int/mediacentre/news/statements/2009/world_breastfeeding_week_20090731/es/

http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/noticias/comunicado-lactancia-materna-malnutricion-materno-infantil

La IHAN (OMS-UNICEF) y el Comité de Lactancia de la AEP publican esta decisión del Ayuntamiento de Madrid denunciando socialmente esta iniciativa.
Me sumo públicamente a la protesta instando al Ayuntamiento de Madrid a cambiar el destino de esos 107.000€ a fines realmente sociales, y no al engrose de las arcas de las empresas de nutrición infantil.
Así mismo,  la IHAN se ha hecho eco de mi protesta, difundiendo el mensaje que he dirigido al consistorio: «se incumple el Código, se destruyen lactancias, se crean necesidades costosas que no existían… NO es ayuda!»

Percentil de Peso

¿Qué es el Percentil de peso?

Se cogen 100 niños sanos (ojo, esta es la palabra clave: sanos) y se ordenan según peso, sin tener en cuenta la altura. La posición de cada niño equivaldría a su percentil. Tanto el que está en la posición 1, como el que está en la posición 100 son niños sanos y, como se trata de una media, el 50% de los niños estarán por debajo del percentil 50. Recomendar a los niños que están debajo del percentil 50 que coman más, para que lleguen al 50, sólo hace que la media deje de ser real, ya que ésta se desplazaría hacia arriba y además se aumentarían las tasas de obesidad infantil*. Ni el bebé de percentil 15, está “justito de peso”, ni el de percentil 85 está “pasadito de peso”; ambos están entre los 100 bebés sanos. Este percentil es solo una medición aislada del peso y lo importante es la tendencia (que el niño vaya siguiendo su “carril de crecimiento”) y éste percentil sea acorde al de altura.

Si el bebé está sano y mantiene un crecimiento coherente altura-peso, no se debería suplementar un percentil de peso 3, del mismo modo que no se pone a dieta a un percentil de peso 97. Los extremos, basta con controlarlos más y valorar su progreso.

 

bebegordo*la tasa de sobrepeso y obesidad infantil en España en 2011 (y subiendo) estaba entre el 30,8% y 44,5% según criterio de evaluación (IOTF*, OMS).

Un esudio de 2012 situa la tasa en un 34,9% (IOTF) i 45,4% (OMS). A este ritmo de crecimiento, ¿cuál debe ser la tasa actual?

“Qué hermoso está este niño”

 

 

* International Obesity Task Force

calmar el llanto de un bebé

Truquillo para calmar bebés de 0-3 meses. (A partir del minuto 1:01).

Es una posición y movimientos que se usan en las UCIN (UCI neonatales) y muchos pediatras en sus consultas.
La sensación de estar “suspendidos” junto con el movimiento leve, les recuerda a cuando estaban en el vientre materno por lo que en momentos de llanto, y para un periodo corto, suele ayudar a que se tranquilicen. Siempre con movimientos suaves y algo circulares y los brazos bien pegados al cuerpo.

 

 

Com comença la lactància

Durant l’embaràs, la màxima preocupació de la mare és la salut i el bon desenvolupament del seu bebè; després hi ha el part, que cobra més protagonisme segons avança l’embaràs fins a eclipsar tots els altres pensaments.

La lactància està relegada a un tercer plànol, amb sort, a l’ombra d’aquestes preocupacions principals, o fins i tot després de la de l’habitació del bebè o l’organització de les visites.

No obstant això, la lactància és un procés que s’inicia just en acabar de parir, estant encara a la sala de parts.

És un procés natural i necessari, la base de la supervivència d’aquest nounat.

 

S’ha acabat la gestació. Ja ha passat el temut moment del part. En un instant, en un únic i últim esforç, el teu fill deixa d’estar dins teu i et mira directament als ulls. I en aquest moment t’adones que tota la protecció que li brindaves durant l’embaràs ha desaparegut.

El veus fràgil i desemparat, lluny de l’abric ideal que li has donat dura971769_604962892856022_2010294150_nnt aquests mesos. El mires als ulls, i veus una mirada de sorpresa i amor i saps, de sobte t’adones, que l’única manera de seguir protegint-ho és no separar-te d’ell i oferir-li el teu cos, prorrogant un temps la unió que heu tingut durant tota la seva vida.

Ell comença a buscar el teu pit. El veus moure’s, olorar-te, tocar-te. És el teu cadell que busca la seva supervivència, que ja no li ofereix el teu ventre ni la teva placenta.

Cansada del part, amb el teu cos canviant de gestant a mare lactant, mig dona mig animal, saps que el teu fill busca el teu pit, el teu calostre, la seva vida. Aquí comença la lactància. En un instant tan màgic com el del part, però sense dolor, sense crits, sense gent.

Ningú t’havia avisat que el naixement del teu fill no s’acaba amb el part, sinó que segueix amb aquest moment en el qual els dos trobeu una nova manera de seguir junts. On tu seguiràs alimentant-lo i protegint-lo.

Criança versus Treball

Han passat 16 setmanes, 3 mesos i poc. Tens al teu pollet a casa, tan petit i vulnerable. Tu encara no saps molt bé ni com estàs; encara et baralles amb els còlics, amb les nits en blanc  pels brots de creixement i amb algun que altre problema de lactància.

Just ara el pollet comença a somriure, a jugar, a mirar-te mentre mama, a voler estar amb el seu pare, … i s’acaba el permís de maternitat.
Si has de reincorporar-te al treball tens, en principi, dues opcions: tornar maleint al teu cap i a la societat capitalista que no et deixa estar amb el teu fill, o demanar permisos i excedències (jugant-te el lloc) per poder seguir criant al teu pollet. En qualsevol dels dos casos mires amb enveja cap a Suècia, que tenen 55-68 setmanes de permís, o cap a gairebé qualsevol altre país europeu.
Has de deixar al teu pollet, tan petitet i dependent, en mans de… quin problema! Ningú cuidarà el pollet tan ben com tu, això segur, però qui el cuidarà respectant els teus criteris? ¿amb qui el deixaràs quedant-te tranquil·la? ¿quant et costarà això?
I el pitjor, ¿et perdràs el seu primer gateig? ¿el seu primer “mama”? Un motiu més per estar enfadada amb el món per no poder ser tu qui estigui amb el pollet.

Però què passa quan la feina és vocacional? ¿o quan ets autònoma? ¿o si ets una autònoma vocacional?
A el “t’estimo però m’ofegues” s’hi suma un sentiment de culpa, o de frustració, per no atendre aquesta faceta que et defineix com a persona i per la qual tant has lluitat. Et sents mala mare per voler treballar i mala professional per voler estar amb el teu pollet. Tot això sumat als cabells de boja, les cançons inventades, les discussions amb la parella, la família manefla…. Et converteixes en un còctel altament perillós que el mínim que es mereix és respecte, encara que només sigui per ser capaç d’aixecar-te cada matí amb un somriure i barallar-te dia a dia amb la conciliació familiar que ens venen com a estupenda.

Existeix una tercera opció, que és veure aquest retorn al món laboral com unes hores de descans i desconnexió del teu jo-mare que ofega al teu jo-individu. Unes hores sense bolquers, plors, passejades, baralles amb bodies i cotxets rebels… Unes hores en les quals trobaràs a faltar al teu pollet, però somriuràs pensant en ell sense angoixa. Unes hores en les quals aniràs pentinada, vestida sense vòmits, potser fins i tot amb talons, sentint-te una altra vegada només dona.

Tant de bo es pogués escollir.